talento

Si tu objetivo es encontrar talento, define “talento”

La mayoría de nuestros objetivos giran en torno al “talento”. Nos piden que lo identifiquemos, que lo desarrollemos, que lo retengamos… Pero ¿Qué es talento? ¿Talento para qué?  ¿Qué variables indican el talento?

El primer paso para alcanzar nuestro objetivo es ayudar a nuestro cliente interno o externo a definir exactamente los indicadores del talento, que varían dependiendo de las características de cada organización y cada puesto.

Si entendemos por talento todo aquello que genera valor, sus indicadores pueden ser: formación, experiencia, idiomas, conocimientos, resultados, etc. Pero lo que marca la diferencia entre unos profesionales y otros es el “cómo” generan ese valor.

Definir un perfil de comportamiento que optimice la contribución en cada puesto es fundamental para saber a qué llamamos talento y será la mejor base para hacer un buen proceso de selección, identificar potencial o áreas de desarrollo, en definitiva, para alcanzar nuestros objetivos.

Cuando nos solicitan cubrir un puesto, la información que nos aportan es, muchas veces , insuficiente.  Suelen aportarnos los requerimientos de formación, experiencia y alguna característica, por ejemplo, decidido, orientado a resultados y con dotes de liderazgo. Pero, ¿a qué llamamos decidido? ¿cómo queremos que tome las decisiones? ¿Qué estilo de liderazgo necesitamos exactamente? ¿Cómo queremos que alcance los resultados?

En estos casos podemos ayudar a nuestro cliente a valorar diferentes aspectos  con varias opciones de comportamiento para que pueda priorizar  y elegir 1 ó 2 de ellas. Por ejemplo:

Toma de decisiones.-

  • Asumiendo riesgos
  • Previo análisis detallado
  • Basándose en precedentes
  • De forma intuitiva

Orientación.-

  • A objetivos
  • A personas
  • A tareas
  • A procesos

Obtención de resultados.-

  • Siguiendo los métodos establecidos
  • Estableciendo sus propios métodos
  • De forma constante y probada
  • Improvisando

Reacción ante la presión.-

  • Que mantenga la calma y el ritmo
  • Que se enfoque en idear nuevas alternativas
  • Que se centre en mantener la calidad,
  • Que acelere su ritmo.

Podríamos seguir con estilo de liderazgo, trabajo en equipo, estilo comercial, gestión de conflictos, estilo de comunicación…Todos aquellos aspectos que consideremos clave para aportar valor.

No encontraremos profesionales que se orienten con la misma intensidad a las metas, personas, tareas y procesos. De igual forma, si buscamos un profesional dinámico, innovador, arriesgado e intuitivo, no podemos pedir también que sea analítico, calculador, pausado y previsor. Quizá podrá serlo de forma puntual,  pero no es su estilo de comportamiento habitual.  La clave está en tener presente que definir el talento supone, entre otras cosas, elegir un estilo de comportamiento  y renunciar a otros.

Ángeles Gris
People Performance Spain

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